Primer intento fallido!!!

De la teoría a la práctica hay mucho! En nuestro primer intento nos reunimos a experimentar con
las espiras que formamos con el alambre de cobre y los imanes. Para comprobar que si existía
inducción electromagnética conectamos una luz led a los extremos del bobinado; pero grande
fue nuestra sorpresa que al variar el flujo magnético con los imanes nada sucedía. Al pensar
que estábamos cometiendo algún tipo de error probamos de muchas maneras, pero no hubo
forma de encender el led.

Cabe resaltar que tuvimos la precaución de “pelar” los extremos del alambre para quitarle el
barniz aislante y que el cobre quede expuesto.

Más tarde, luego de conseguir un multímetro para sacarnos la duda en definitiva, logramos
comprobar que sí había una generación de corriente eléctrica, pero esta era insignificante,
para nada suficiente para lograr encender un led, ya que este requiere una diferencia de
potencial de al menos 1.7V o 2.0V.

En materia de diferencia de potencial, acercando y alejando un imán relativamente potente
logramos obtener un máximo de entre 0.02V a 0.03V como se aprecia en la imagen.

Y en intensidad de corriente logramos obtener de la misma manera un máximo de 3.0mA a 4.0mA.

Habiendo dicho esto nos planteamos posibles soluciones basándonos en la ecuación de FEM

inducida presentada anteriormente:

En primer lugar, pensamos agregar más alambre de cobre para contar con un mayor número de
espiras que pueda proporcionar un mayor voltaje.

En segundo lugar y posiblemente más importante es lograr un dispositivo en el que logremos
alcanzar una relativamente alta velocidad angular, de modo que la velocidad con la que varía el
flujo magnético aumenta la FEM inducida. Esto surgió cuando desarmamos un pequeño motor
eléctrico y observamos que solo constaba de tres pequeños bobinados conectados en serie que
giraban en el campo magnético de dos imanes, pero era la velocidad angular que se le podía
aplicar la que era capaz de general tal diferencia de potencial para poder encender un led.